Opinión de Diego Hernández Lujambio, joven actividad de izquierda y licenciado en Ciencia Política y administración pública / Siempre con las causas de la gente
Este 2024 está siendo de enseñanzas ´políticas y de cambios en la vida pública de nuestro país, sabemos que innegablemente se vive un proceso de transformación de la vida pública de este país con apertura y democracia, a propósito de ese hecho no podría dejar pasar desapercibido la remembranza del nacimiento de nuestro Benito Juárez, que hasta el día de hoy nos sigue dejando lecciones para política y para la vida nacional.
Juárez creció en la época de la primera etapa independiente de nuestro país y sus primeros cargos políticos los ocupó durante la dictadura de Santa Ana, donde él se dio cuenta que la independencia solo había servido para el cambio de estafeta de poder, pero seguía perpetuándose el conservadurismo y aunque ya no estaban los españoles, la iglesia católica seguía sometiendo al pueblo de México.
Fue en su periodo como gobernador de Oaxaca donde realizó importantes acciones a favor de los oaxaqueños, acciones tan liberales que llamaron la atención de los conservadores y terminó siendo desterrado junto con otros personajes liberales.
En Nueva Orleans junto con Don Melchor Ocampo siguieron de cerca la situación del país y se retroalimentaban de liberalismo radical que posteriormente sería el estandarte máximo del movimiento. Después de la caída de Santa Ana por la revolución de Ayutla Juárez fue presidente de la Suprema Corte de Justicia apoyando la promulgación de la constitución de 1857 impulsada por el presidente Ignacio Comonfort y el constituyente.
Al darse un autogolpe de Estado, Ignacio Comonfort deja la presidencia y Juárez asume el liderazgo del movimiento más importante de la historia de nuestro país, con el y con el apoyo de liberales importantes como Sebastián Lerdo de Tejada, Melchor Ocampo y otros inician la reforma de nuestro país y la lucha contra los conservadores quien después de una encarnizada guerra donde muchas veces se creyó perdida la batalla, lograron ganar y salvar la reforma.
También Juárez resistió a los embates vendepatrias de los conservadores al pactar el imperio de Maximiliano y promover la intervención francesa, no fue fácil, Juárez estuvo al borde la derrota muchas veces. México se enfrentó al mejor ejercito del mundo, pero gracias al movimiento de Juárez y autoridad moral que tenía sobre el pueblo de México, cuando parecía que no había más siempre se lograba reorganizar la resistencia, en ejercito o en chinacas guerrilleras.
Juárez nos enseña que la política no solo es cuestión de poder, si no de qué hacer con el porque incluso cuando los tiempos son adversos; recordarlo es recordarle a todos aquellos que hacen política que defiendan la patria a morir y no entreguemos nuestra nación a nadie, sin duda aún hay mucho que la política de hoy debe aprenderle a nuestro querido Benito Juárez.