¿Alguna vez imaginaste colores, colores en tu vida que nunca nadie pudiera imaginar?  ¡yo sí!  y fueron los sueños de color  más maravillosos que una niña de 8 años pudiera tener cada día al caer la noche, fantasías cubiertas de luz y oscuridad fusionadas en un solo cuerpo, donde todo lo estrafalario y gótico pudieran ser fusionado, fantasías irrelevantes que con el paso de los años se convertiría en una realidad; su vida era tan extraordinaria que podía conquistar océanos enteres con solo una mirada, nunca antes había conocido a alguien que pudiera vestir lentejuelas brillantes y negro azabache al contraste de un cuerpecito, listo para salir al mundo, un mundo tan prejuicioso y cruel que la tacharía de ridícula e insegura, ¡ella NO lo era!, ellos SI.

Pero este mundo es tan caótico que le hicieron creer lo contrario, su sonrisa fue desvaneciendo con el paso de los años y lo que un día creyó maravilloso, ahora sería terrible, ¡pero más terrible fue creer que el mundo tenía razón!  Su forma tan libre y única de entregarse al amor resultaría pecado y morbo para los ojos de la sociedad, enclaustrándola en una burbuja falsa de mentiras y sueños ajenos, ahora su corazón estaba vació y solitario. Y un día se enamoró de una oscuridad que daña, amo una luz que no existía y cuando por fin llego al fondo de sí misma, ente el caos y la soledad, se rindió.

Todo era tan inarmónico que no sabía a donde ir ahora que ya no había más. Su vida que un día fue tan extraordinaria se volvió en una copa de vino vacía y rebosante de lágrimas, lloro por miles de noches y días, su corazón estaba desgarrado y no encontraba la manera de unirlo, ya no tenía fuerzas para hacerlo nuevamente, pero esa noche la magia sucedería, el caballero negro que aun habitaba con tanta fuerza dentro de ella salió sin más ni más y la llevo al final del túnel donde miro con tanta claridad su vida pasar y sus sueños derrumbarse, la tomo del corazón y lo devoro por completo, porque donde solo hay oscuridad no puede haber luz y si ella era luz en oscuridad donde quedaría¡? Sería mejor caer y renacer. 

Y así fue como miro nuevamente la vida, su vida, tan inmensa y extravagante, pero SUYA, que se limpió los ojos, estiro la mano y trajo de vuelta la oscuridad a la luz y juntos crearon el maravilloso gris con el que cada día sonríe, con el que extiende la mano para ser tomada por un leal caballero oscuro de noble corazón y donde la vida, la vida dejo de existir para convertirse en un simple e inmenso HOY.   

Tiempo después …

Lic. Elizabeth Hernandez Garrido  

Especialista en Administración de Recursos Humanos y Terapeuta Holístico. 

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