No quiero y no debo ser perfecta, mi imperfección ante los ojos de los demás me ha hecho brillar aun en mis días de mayor oscuridad.  La constante sumisión de poder ser y querer hacer lo que para el alma propia es maravilloso porque para ojos de almas perdidas de sí y de pensamientos enclaustrados limitados por su mismo miedo prohíbe mirar su propia belleza en su inmensa libertad, juzgando y limitando la de los demás.  

Entonces me pregunto ¿Si tú tienes miedo, porque he de tener Yo, miedo de tu miedo?  si mi mundo es diferente al tuyo, no he   de conocer tu vida, tu historia y tu soledad para yo enclaustrar mi paraíso oscuro en jardines de hiedra venenosa que hace vibrar mi alma por una historia que solo tu conoces, porque lo que yo conozco como paraíso, para ti solo es un millón de hierba fría y peligrosa.  

 Así comenzó mi introspección en este mundo de filosofía de vida, de comprensión de una mirada en otra, de caminar por una vida completa y llena de libre albedrío al mirar, sentir, besar y amar hasta el final de cada día.