El lunes 13 de mayo, un grupo de jóvenes normalistas de la normal rural de Ayotzinapa, en Guerrero, protagonizó un controvertido episodio al lanzar petardos contra la fachada de Palacio Nacional, tras realizar un mitin en el Zócalo capitalino.

Seis detonaciones retumbaron frente a la imponente Puerta Central de Palacio Nacional alrededor del mediodía. Los perpetradores, encapuchados, se retiraron rápidamente del lugar tras llevar a cabo su acto.

El motivo detrás de esta acción se encuentra en la solicitud constante de una reunión con autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por parte de los estudiantes.

Los incidentes dejaron su huella en el panorama, con 26 uniformados atendidos por paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), siete de ellos en ambulancias. Veinticinco de los afectados requirieron traslado a un hospital, incluyendo a tres mandos, debido a la gravedad de sus lesiones.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México informó que, tras su manifestación pública y el lanzamiento de objetos y explosivos, los manifestantes se retiraron. Dentro del Palacio Nacional, elementos de la Policía Militar y de la Marina resguardaban el lugar, aunque un policía capitalino resultó herido y fue trasladado en ambulancia.

La Fuerza de Tareas Zorros de la Policía de la Ciudad de México intervino, centrada en resolver situaciones de crisis. Los residuos de los explosivos fueron retirados del frente de Palacio Nacional.

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