Era casi la media noche y el reloj no dejaba de sonar el melodios sonido del tic, tac, tic, tac, mi corazón entre cada soneto me recordaba que sería la última luna que vería, pero sabes fue la más hermosa, basto mirarla fijamente para descubrir todas las sonrisas que le regalé al viento sin motivo alguno, ¿pero sabes? Fueron las más hermosas.
El viento cálido de aquella noche me recordaba por lapsos breves las millonésimas veces que una caricia pudo hacerme vibrar, todos aquellos abrazos que le regalé a la vida hoy sé que fueron los más maravillosos que pude dar, ¿sabes? Nunca me sentí tan viva como hoy, hoy pude mirar al cielo sin sentir pena por mis pensamientos, hoy escuché a mi corazón latir tan fuerte que me hubiera encantado que tú también hubieras sentido ésto, no dudaría que te hubieras enamorado de él también. Sabes, hoy fue el mejor día de mi vida, hoy viví como hubiera querido hacerlo durante todos estos 40 años, ¿pero sabes? Me dio miedo, le temí tantas veces a la vida, le temí a ser amada en plenitud, le temí a no encajar en esta sociedad tan racista y prejuiciosa, ¿sabes?, le temí a la vida, le temí decirte cada noche la falta que me hacías, le temí a mirarme en el espejo y no ser lo que tu querías, le temí a sonreír en el lugar equivocado, y hoy me di cuenta que simplemente le temí a vivir…


La luna aún me mira con esa calidez, que siento como desde lo lejos puede abrazarme el alma, música de piano, mi favorita aún suena a lo lejos reproducida por el pequeño estéreo de la casa, tomo la copa de vino y brindo por todo aquello que un día me devolvió las fuerzas para levantarme aún en la tempestad, la que me arropó cuando más frio tenía mi corazón y la que me cuidó por noches enteras aunque yo no se lo pedía; hoy brindo por todo aquello que un día no realicé y por lo que hice también, porque al final de esta historia esa fue mi vida, solo mía.
Y así será para todos y cada uno de ustedes; su vida y de nadie más. Antes de mirar el final, mira donde estas, quien está, sonríe, abraza, perdona, ama, ríe, llora, grita, recuerda, olvida, sana y vive, porque cuando la luna duerma ya no habrá un día más.


Lic. Elizabeth Hernandez Garrido
Especialista en Administración de Recursos Humanos y Terapeuta Holística.

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